06 julio, 2006

La Psicología Positiva: una perspectiva esperanzadora

La Psicología Positiva surge en medio de una sociedad en crisis de sentido y esperanza. A diferencia de la tradición en las perspectivas psicológicas incluso vigentes, su foco de atención no es la enfermedad, sino el bienestar personal y social. Se trata de poner el énfasis en los aspectos positivos y negativos del funcionamiento humano. La enfermedad, el desconsuelo, la pobreza y la angustia humana, han copado por mucho tiempo la mente del ser humano. Linley et al (2006) hace referencia a la necesidad, “de tener en cuenta, promover e investigar aquellos aspectos relacionados con el bienestar y la felicidad humana, incluso para iluminar lo que es el sufrimiento psicológico”.

Martin E.P. Seligman y M. Csikscentmihalyi (2000) -dos de sus grandes precursores- señalan que la Psicología Positiva es una rama de la Psicología que busca comprender los procesos que subyacen a las cualidad y emociones positivas del ser humano, a fin de aportar nuevos conocimientos sobre la psique humana para alcanzar mejor calidad de vida y bienestar, al mismo tiempo que contribuir con nuevas estrategias para contribuir a resolver los problemas de la salud mental.

Martín Seligman, expresidente de la Sociedad Americana de Psicología, en una entrevista realizada por Eduardo Salvador, señala tres hipótesis que pudieran explicar la "infelicidad" que abruma a los seres humanos hoy:

1) “la gente tiende a tomar atajos para conseguir el placer: las drogas, el sexo sin amor, la televisión, las compras”. Esto lo hace a expensa del desarrollo personal o el sentido que da a la vida misma, sacrificando su felicidad a largo plazo. Concluyendo señalando: “El problema es que cuando más rica sea una sociedad, más atajos existen”.
2) El otro tiene que ver con el crecimiento del individualismo. Él lo señala de una manera elegante: “el tamaño relativo de la dimensión del yo frente a la dimensión del grupo”. Para él, cada vez pesa más el individuo que las colectividades, así la familia se hace “más pequeña”, “se desvanecen las ataduras a la nación, a la comunidad, al grupo religioso”.
3) La incidencia cada vez mayor de los factores externos en el comportamiento de las personas, con la consecuente pérdida del control por parte del propio individuo.

Se trata, pués, de recobrar el sentido mismo de la vida, la razón o razones que proporcionan significados a nuestros comportamientos, sentimientos y emociones.

04 julio, 2006

Compromiso con mayor inversión en educación

La educación se ha constituido, en los últimos veinte años, en uno de los sectores sociales más importante y dinámico para alcanzar niveles de desarrollo social y humano sostenibles.

No cabe dudas, invertir en educación es la mejor estrategia que los países pueden asumir para alcanzar sus propósitos de desarrollo y justicia social.

Se trata, pués, de colocar en un orden de prioridad la inversión social en educación, posibilitando con ello el desarrollo de las iniciativas que sean necesarias para lograr que la educación se transforme en un factor de cambio efectivo. Es pasar del discurso a la práctica.

Una sociedad que coloca en primer lugar la inversión en la formación de su población, es una sociedad que se asegura así misma alcanzar niveles importantes de equidad y justicia.

Solo con una mayor inversión será posible dignificar al maestro, proporcionar a todos los niños y niñas, así como a los adolescentes y personas adultas, las oportunidades necesarias para desarrollar sus capacidades personales y sociales.